Muy cerca de Casa Jardín Habana, mi casa de renta particular dedicada al hospedaje de turistas y viajeros, está la Fábrica de Arte Cubano (F.A.C), una de las propuestas nocturnas más activas de La Habana y el motor de la vida cultural en El Vedado, y justo al lado, está el restaurante El Cocinero, sitio del que quiero hablarte hoy.
Su sede se encuentra a orillas del río Almendares y del Puente de Hierro, en la antigua Compañía de Electricidad de La Habana (1905-1913), que en los años 30 se convirtió en la mítica Fábrica de Aceite “El Cocinero” y con el triunfo de la Revolución en 1959 pasó a ser almacén de la Industria Pesquera.
Bajo la gran chimenea, en la azotea de la antigua fábrica, se encuentra el restaurante El Cocinero, un original espacio hostelero al aire libre, plenamente integrado en la dinámica actividad del complejo cultural Fabrica de Arte Cubano.
El Cocinero está situado en la primera planta, justo debajo de la restaurada chimenea, una grandiosa muestra de arquitectura industrial de ladrillo de principios del siglo XX.
Su ubicación es excepcional, en la azotea de una factoría con más de 100 años de historia a orillas del río Almendares, entre los barrios de El Vedado y Miramar. Es uno de esos lugares del pasado en medio de la ciudad que parece mentira que hayan sobrevivido a los envites del progreso.
Un lugar ecléctico, dinámico y multifuncional con una atmósfera que te traslada a Londres o Nueva York, y que aglutina un atractivo proyecto culinario y de ocio.
Por este paladar ha pasado todo el mundo: Barak Obama, Mick Jagger, Pedro Almodóvar, Jack Nicholson, Bon Jovi y hasta Rihanna y Beyoncé.
Parece mentira lo fácil que es dejar contentos a los comensales con pequeños detalles y, sobre todo, una cocina auténtica y hecha con pasión. Es lo que se respira en este establecimiento con una única pretensión: la de querer gustar.
El restaurante ofrece una cocina de estilo creativo y joven, pero sin juegos de manos, que toma los productos de Cuba como referencia para sus interpretaciones.
El comedor dispone de unas cómodas sillas para unas mesas bien distribuidas, a una distancia prudencial para que los comensales no se molesten, una iluminación cálida, suelo hidráulico, techos altos, buen Jazz sonando de fondo y un excelente servicio. La visión casi panorámica sobre toda la ciudad es espectacular, insólita.
El Cocinero abrió las puertas en enero del 2013 apostando por una cocina cubana de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Cuba como referencia para sus interpretaciones.
La carta es honesta e innovadora, con platos donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial y que han sido pensados en función del clima habanero y sus temporadas muy poco marcadas por estaciones.
Entre las especialidades de la casa, las frituras de malanga, el tataki de bonito, las mazorcas de maíz al carbón, el paté con guayaba, el pargo al hinojo, las brochetas del mar, el cangrejo picante, los pistos de vegetales, el Camembert frito confitado con fresas, la mazorca de maíz al carbón y los casquitos de guayaba. Buenos vinos y excelentes rones completan el panorama.
La visita provocará una pequeña perturbación en vuestra cuenta corriente, pero valdrá la pena. Durante los fines de semana se llena el lugar, hasta el punto que se forman largas colas en la puerta.
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