Serie: Donde comer en La Habana
Quiero proponerte uno de esos excelentes restaurantes que situado en una tranquila calle lateral de El Vedado, uno de esos barrios todavía alejados del terremoto turístico habanero, es un acogedor sitio que ofrece una cocina marinera muy cuidada elaborada con ingredientes próximos y de calidad.
Mediterráneo, es un restaurante tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su carta escueta pero cuidada, su decoración con motivos blancos y azules y la propia estructura del local, en una casita de los años 50 con una terraza y un patio que no tienen rival.
Quiero proponerte uno de esos excelentes restaurantes que situado en una tranquila calle lateral de El Vedado, uno de esos barrios todavía alejados del terremoto turístico habanero, es un acogedor sitio que ofrece una cocina marinera muy cuidada elaborada con ingredientes próximos y de calidad.
Mediterráneo, es un restaurante tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su carta escueta pero cuidada, su decoración con motivos blancos y azules y la propia estructura del local, en una casita de los años 50 con una terraza y un patio que no tienen rival.
Parece mentira lo fácil que es dejar contentos a los comensales con pequeños detalles y, sobre todo, una cocina auténtica y hecha con cariño. Es lo que se respira en este establecimiento con una única pretensión: la de querer gustar.
Vecino de la majestuosa Avenida de los Presidentes, este restaurante de colores y sabores sardos apasiona, de entrada, a los que han tenido la fortuna de conocer el ambiente de Cerdeña y sus sabrosos platos.
El comedor dispone de unas cómodas sillas para unas mesas bien distribuidas, a una distancia prudencial para que los comensales no se molesten, una buena iluminación y un excelente servicio
Para garantizar productos de temporada, próximos y de calidad, el restaurante Mediterráneo cultiva la gran mayoría de los alimentos que ofrece en una granja ecológica en Guanabacoa y compra el resto de ingredientes directamente a agricultores de La Habana.
Los fogones están a cargo del cocinero italiano Luigi Fiori, oriundo de la isla de Cerdeña. Poca gente transporta el sabor del mar a la alta cocina como lo hace él.
La elevación que ha hecho del pargo a la parrilla merece un capítulo en la cocina contemporánea cubana, y sus excelentes mariscos, pulpos y croquetas contentan por igual a la clientela bulliniana y a los fundamentalistas del corpus de la cocina mediterránea.
Su dominio de la cocina sarda les lleva a bordar platos como sus gnocchi sardi, su carpaccio de pargo con corazón de langosta, su pasta rellena de queso pecorino de Cerdeña y pera con pesto de rúcula, su risotto de trufa y setas o su exquisito tiramisú casero.
Los sardos son gente que sabe mucho del buen comer y son muy exigentes con la bebida. Una manera práctica de confirmarlo es visitando este agradable local y acertar con el pescado o cualquiera de las pastas que prepara Luigi.
La atención que ponen en los platos lo hace diferente y superior a mucha de la oferta italiana existente en La Habana.
Tienen una selección de vinos blancos excepcional y muy buenas grappas, sardas, claro.
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